El bypass gástrico o derivación es una técnica de cirugía de la obesidad (cirugía bariátrica) para personas que padecen sobrepeso incapacitante y obesidad grave.
El principio de la cirugía de bypass es crear una pequeña bolsa estomacal en el paciente para reducir la capacidad de tragar grandes cantidades de alimentos y cortocircuitar el sistema digestivo para inhibir la absorción de grandes cantidades de calorías y alimentos.
Bypass gástrico: Indicaciones
El bypass gástrico es un procedimiento con un curso preoperatorio bien definido. Se recomienda a las personas con obesidad mórbida y un IMC superior a 40.
Por lo tanto, sólo debe plantearse un bypass si tiene un sobrepeso grave que le causa problemas de salud y si la dieta y el ejercicio no le han ayudado a
combatir la obesidad
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¿Cómo funciona la intervención?
La cirugía de bypass gástrico restringe la cantidad de alimentos que pueden entrar en el estómago mediante el grapado laparoscópico de una pequeña bolsa estomacal. El cirujano reduce el volumen del estómago en más de un 90% durante esta operación. Ver el vídeo >>
Cuidados postoperatorios
- Planificar una dieta tras una operación de bypass es esencial para controlar el peso
- El paciente se levanta unas horas después de la operación
- Permanece en ayunas de 24 horas a 3 días dependiendo de las condiciones de la operación
- El dolor es mínimo y se controla perfectamente con analgésicos simples
- Tras este chequeo, el paciente puede abandonar la clínica
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Dieta y bypass gástrico
Tras una operación de bypass, el paciente puede sentir cierto estrés físico y psicológico en el cuerpo. En este sentido, es necesario hacer hincapié en la importancia de la nutrición, especialmente en el caso de la cirugía de bypass, cuyo objetivo es deshacerse de la obesidad y equilibrar el peso. Una dieta adecuada y equilibrada después de la cirugía puede mejorar los resultados, centrándose primero en alimentos ricos en biotina y ácido fólico, por ejemplo, y fomentando después la vitamina A, la vitamina C, el cobre, el hierro, el zinc y el cromo.
- Pescado: según los médicos, hay que privilegiar los pescados grasos como el arenque, la caballa y el atún, ya que tienen una excelente dosis de Omega-3. También reducen el riesgo de cáncer colorrectal.
- Brócoli: alimento saludable por excelencia, el brócoli reduce el riesgo de cáncer de mama y de pulmón, sobre todo en las mujeres premenopáusicas. Este producto también nos protege contra las úlceras, la gastritis y el Helicobacter pylori.
- Té: Negro o verde, el té es muy recomendable para las mujeres de entre 40 y 76 años, ya que ayuda a prevenir el cáncer de ovario.
- Cítricos: en invierno, llénate de cítricos, ya que te protegen contra las infecciones.